La Gaceta

POR ERNESTO SCHOO

Ocurrió algo decisivo en mi vida, aunque yo lo ignorase en el momento. Y ocurrió, como casi todas las cosas importantes que me han sucedido, sin mi intervención, sin proponérmelo. Era 1950. Recibí una carta de mi antiguo compañero de la Escuela Modelo, en la primaria y la secundaria, Daniel Alberto Dessein. En esa carta Daniel Alberto, “recordando tus composiciones del colegio”, me preguntaba si colaboraría con él en la sección bibliográfica. Le contesté de inmediato que sí, y la primera reseña que escribí fue la de Hojas de hierba, de Walt Whitman, en la traducción de León Felipe. Las colaboraciones en LA GACETA se volvieron casi semanales y Dessein comenzó a pedirme también reseñas de acontecimientos artísticos y culturales en Buenos Aires, que yo enviaba quincenalmente a Tucumán. ¿Periodista yo? Nunca se me había ocurrido. Aspiraba a pintor (estudiaba dibujo y pintura) o a actor (también estudié teatro). De periodista, ni idea. Pero Dessein insistió y me encargó, además de las otras tareas, nada menos que la sección de política internacional, aceptada por mí con total irresponsabilidad. LA GACETA de Tucumán es, pues, mi cuna periodística. También está en el origen de mi actividad más notoria. Porque en 1956, la Comedia Nacional estrenó en el Cervantes Facundo en la

ciudadela, del poeta Vicente Barbieri, cuya acción transcurre precisamente en San Miguel de Tucumán, ocupada en 1831 por Facundo Quiroga. Dessein me encargó la reseña para su diario, y ésa fue mi primera incursión en la crítica teatral.

LA GACETA LITERARIA

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2023-10-01T07:00:00.0000000Z

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Diario La Gaceta