EL DIABLO* BERNARDO DE MONTEAGUDO EL HOMBRE PROHIBIDO, EL HÉROE IMPOSIBLE
—¡A confiscar todo lo que se pueda! Caballeros, ¡aquí no queda nada! —ordenó, iracundo, don Joaquín Belgrano.
A ninguno de los allí presentes se le ocurrió vacilar. Soplaban vientos de furia en Buenos Aires. Las contrariedades entre las dos facciones de la Logia Lautaro se habían convertido en una guerra sin cuartel. Habían dejado de discutir estrategias, prefirieron ejecutar un golpe.
El 3 de abril de 1815, el general Ignacio Álvarez Thomas se había sublevado en la posta de Fontezuelas. Envalentonado, el Jefe del Ejército había enviado un comunicado al Cabildo y al Director Supremo, anunciando que, si este no dimitía, se vería obligado a reunirse con las fuerzas que respondían al oriental José Gervasio Artigas para avanzar sobre Buenos Aires, y así liberarla del tirano Carlos María de Alvear.
La ciudad —controlada desde la distancia por su otrora dilecto camarada, José de San Martín— se había plegado a la revuelta y al joven Director de 25 años no le había quedado otra alternativa que renunciar. Y con él, cayó también la Asamblea que se había instalado en 1813. Uno de los más fervorosos propulsores de aquella junta había sido Bernardo de Monteagudo. La facción de Alvear fue perseguida y encarcelada.
Los comisionados entraron a la casa de Monteagudo liderados por el Alcalde de primer voto del Cabildo y próspero comerciante, don Joaquín Belgrano. Debían deshacerse de todo, que el reo bien guardado se encontraba.
—Pero estas habitaciones difieren completamente de lo que nos anunciaron —murmuró uno de los oficiales.
Habían recibido la orden de que debían hacerse de la cuantiosa fortuna que escondía el tribuno de Chuquisaca en su casa.
—¡Dejen de perder el tiempo y comiencen con la pesquisa! —gritó Belgrano y se secó el sudor de la frente.
Monteagudo vivía modestamente. Nada más lejos de lo que decían sus enemigos políticos: que aquel arribista era de temer, que la codicia lo pintaba por entero, que lo único que quería era acomodarse, tránsfuga, negro, impostor y ladrón. *Fragmento.
LA GACETA LITERARIA
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2023-10-01T07:00:00.0000000Z
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Diario La Gaceta
