Cuando los primeros vehículos empezaron a inundar la zona por la mañana, notaron algo diferente. Por fin, los tachos y las redes de contención que impedían la circulación en dirección norte-sur habían desaparecido. Es que, desde ahora, la ex rotonda de las intersecciones del Camino del Perú con avenida Belgrano/Presidente Perón ya es sólo un recuerdo. A las 11.54 -y con la presencia de las autoridades de los dos municipios que llevaron a cabo la obra, San Miguel de Tucumán y Yerba Buenase realizó la inauguración del complejo de semáforos que llega para reemplazar la ex glorieta. Se espera, entonces, que a partir de ahora la fluidez del tránsito mejore hasta el 45%.

Hasta ayer, en esta semana los semáforos funcionaban de manera intermitente. Con la liberación del tránsito los encargados de controlar el tráfico fueron los inspectores de tránsito de ambas ciudades. Ellos ayudaron a ordenar y a educar a los conductores, algunos un poco desorientados ante la buena nueva. “¡Por fin se terminó esto!”, exclamó sonriente un motociclista al pasar. Es que la expectativa por la finalización de las tareas -que sacaron de quicio a uno que otro conductor- era grande. Y la gran mayoría de ellos lo recibió con alegría y también con un poco de extrañeza.

“Lo que más nos está complicando es el giro libre en las esquinas, porque los vehículos no ven los carteles y no saben que pueden doblar. Pero, a su vez, es eso lo que más va a ayudar a descongestionar el tránsito”, comentó a LA GACETA Diego Romano, inspector de tránsito de la Ciudad Jardín.

Un esperado final

La rotonda fue instalada hace décadas para ordenar el tránsito en un Tucumán muy diferente al que hoy conocemos. Con el pasar de los años, el crecimiento urbano y comercial de las zonas adyacentes hizo que el movimiento se incrementara de manera sostenida. Poco a poco, la circulación se fue complicando y la situación se tornó crítica. El comentario que más se oía era contundente: había que quitarla. Finalmente en mayo de 2022 se realizó la presentación del proyecto ejecutivo para su remoción: fue planteado por la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) y fue llevado a cabo por los dos municipios implicados.

Las obras empezaron en octubre. Además de la quita de la rotonda, se plantearon trabajos de pavimentación, de alumbrado, una nueva semaforización y desagües. De eso, casi todo está listo: sólo restan algunos trabajos pluviales que se harán ya con el tránsito normalizado. Por eso es que ayer, por primera vez en cinco meses, los semáforos volvieron a funcionar. “Esta obra va a impactar favorablemente en miles de vecinos tucumanos, y es para nosotros un gran gusto y un gran honor (haberla llevado a cabo). Entendíamos que se necesitaba el trabajo de todos y de cada uno de los que participaron para llevarla a cabo”, expresó en diálogo con la prensa Mariano Campero, intendente de Yerba Buena. “Este es uno de los puntos que más vehículos tiene en la zona, y esto va a permitir que el tránsito sea mucho más fluido. El semáforo va a ser ordenador, y la remoción de la rotonda genera más carriles”, agregó.

Quién también habló con la prensa luego de habilitar los semáforos fue el intendente capitalino Germán Alfaro. “La rotonda con el semáforo no funcionaba. Era una u otra cosa. Es por eso que acabamos de poner en funcionamiento este complejo de semáforos y las isletas, que van haciendo la distribución de los vehículos en giro libre”, explicó y recalcó el trabajo conjunto: “lo más importante es que hemos dado respuesta a un problema de la gente. Lo hicimos entre ambos municipios, a pesar de que era jurisdicción de la Dirección Provincial de Vialidad”.

Opiniones y primeras experiencias

A medida que van circulando los vehículos, más de uno baja la ventanilla para mirar las novedades. “Sí creo que esto va a mejorar el tránsito y va a servir para descongestionar el tráfico, más que nada por el nuevo giro a la derecha”, contó el taxista José Titi Rodríguez, que se mostró contento

DIFICULTAD. Los vehículos circulan ya con normalidad, pero les cuesta amoldarse a los cambios. por la finalización de la obra. “A nosotros nos perjudicó, porque teníamos la parada a esta altura, y hemos perdido un poco (de clientes). Era complicado... para mí se ha demorado mucho; pero bueno, como todo, uno se acostumbra”, reflexionó.

La duración fue algo que destacaron muchos de los conductores. Lo trabajos duraron casi un mes más de lo previsto, puesto que la fecha de finalización inicial era a principios de marzo. “Tardaron mucho en terminar... Sacar la rotonda era algo que hacía falta, pero si sirve o no recién lo vamos a saber cuando anden más los semáforos. Todo va a depender del tiempo que se les dé (el paso en verde) a cada uno; recién he venido y esperé bastante”, comentó María Inés y opinó: “por lo menos han agrandado el Camino del Perú, que era muy fino... Lo que falta ahora es que arreglen el canal, que es un desastre. Está lleno de basura y cuando llueve se traba y es un peligro”.

Sí hay que decir que cuando empezaron a funcionar correctamente los semáforos, el tránsito se complicó un poquito. Los bocinazos llenaron la calle y el descontento -ante el corto tiempo de duración del verde- comenzó a crecer. “Yo lo encuentro muy bien. Cuando estaba la rotonda había accidentes todos los sábados y domingos. Por lo que veo ahora, va a ser más rápido andar por acá, pero también va a ser más seguro”, consideró desde su camioneta Carlos Miguel Guaráz.

Cerca del mediodía, la imagen del tráfico se normalizó, con vehículos circulando hacia los cuatro puntos cardinales. “Hasta ahora, está complicado. Con rotonda, sin rotonda es lo mismo... porque al comenzar las clases todo vuelve a llenarse de vehículos. Aún así, creo que es positivo... está bueno que esta sea como todas las otras avenidas”, añadió Alexis Duckar desde su moto.