QLa capacidad de almacenamiento del agua se ha reducido al 40% en nuestro único gran dique El Cadillal. Esto era previsible, dada la inoperancia de los sucesivos gobiernos que sólo se dedicaron a sacar fruto de la gran obra de Celestino Gelsi. Fue proyectado para servir 20 años como mínimo a la perfección. A partir de allí debían empezar grandes tareas de mantenimiento, es decir, drenaje permanente de la fosa, para alargar su vida útil. Ya han pasado más de 40 años. La obra sigue dando su fruto pero, por supuesto, envejecida por el mal trato. La empresa a cargo del mantenimiento se quedó dormida, y… ¡Oh, sorpresa! Nadie se dio cuenta. ¡Irresponsabilidad total! Pero aquí en Tucumán sólo se actúa cuando las papas queman. Y bien. Ya está saliendo el humito. ¿Tendrán los funcionarios la sagacidad, el coraje y la entereza para afrontar -o prevenir- el desastre que nos puede causar esta indolencia que se toleró calladamente? Ni siquiera existe un Plan B. Para no ser trágico: ¿Qué podemos esperar?

Darío Albornoz lisdaralbornoz1@gmail.com