La Biblioteca Popular Juan Pablo II, ubicada en el Centro Integrador Comunitario de La Florida, Cruz Alta, funciona así desde 2006 y fue creada hace 35 años. Debido a la pandemia se mantuvo cerrada por el COE. Cuando quisieron reabrir sus puertas para continuar la labor sociocultural que desempeña con tres escuelas de la zona, se encontraron con la novedad de desalojo por orden del comisionado, cuya gente ya entró en las instalaciones y desmontó estanterías de libros de 3 m de largo que estaban amuradas y con bibliografía, donde ubicaron elementos ajenos a la biblioteca. Una coordinadora les transmitió que debían retirar la institución del lugar para “darle un uso productivo de espacio”. Luego les dieron 48 horas para abandonar lo que, irónicamente, también pertenece a la comunidad. La Federación de Bibliotecas Populares, que las nuclea, lucha incansablemente para mantenerlas vivas; repudiamos esta acción cobarde y nefasta, manifestando que: nada hay más productivo en este tiempo que la animación de la lectura, las presentaciones de libros que estimulan a niños, jóvenes y adultos escribir; la tarea de fomentar la pasión por el teatro, la música, el cine, lo que obtiene como resultado del alejamiento de las adicciones. Apelamos al pueblo de La Florida, que es testigo de la labor educativa, y al Gobierno de la provincia, a no permitir este atropello institucional a lo único que nos queda para mejorar el futuro de nuestros hijos: la cultura.