Las vacaciones escolares de invierno comenzarán dentro de casi dos semanas en Tucumán y a los niños del nivel primario les espera una novedad a su regreso: a partir del 25 de julio, muchas escuelas de la provincia implementarán el horario extendido. Pero, ¿están dadas todas las condiciones para ponerlo en marcha en lo inmediato?

La noticia fue bien recibida entre los padres y la comunidad en general, sobre todo si se tiene en cuenta que los resultados de las últimas pruebas Aprender dejaron en evidencia los estragos que causó la pandemia en la educación argentina. La Red de Familias y Padres Organizados por la Educación, por ejemplo, celebró esta decisión “después de la tragedia educativa que significó tener cerradas las escuelas durante más de un año, a raíz del coronavirus” y aseguró que “en su mayoría, los padres estamos a favor porque significa la posibilidad de revertir un poquito el daño causado a los chicos”.

La situación es preocupante y motivó a la Nación a acelerar una medida que ya se venía estudiando desde hace un tiempo: extender la jornada educativa una hora en todo el país. Y Tucumán será la primera provincia que la implementará tras el receso invernal de julio.

La idea es que esa hora extra sea dedicada exclusivamente a reforzar contenidos de Lengua y Matemática. En un principio, se aplicará en 318 establecimientos educativos Luego vendrá una segunda etapa, que empezará el 12 de septiembre, en la que se sumarán otras 312 escuelas. “Eso completa el total de 630 escuelas primarias de gestión pública que tiene la provincia, con lo cual llegaremos prácticamente a 140.000 alumnos que tendrán más conocimiento y educación en dos áreas fundamentales”, destacó el ministro de Educación provincial, Juan Pablo Lichtmajer. En el sector docente, la primera reacción fue de apoyo, pero también se advirtió que se debería reforzar lo salarial. “Para que esto funcione se deben recrear las condiciones, y una de las prioritarias es que se tiene que incrementar el salario si se aumenta la jornada laboral”, abrió el paraguas David Toledo, referente de la Agremiación Tucumana de Educadores Provinciales (ATEP). Con ese fin, el Gobierno nacional se comprometió a destinar una asistencia mensual de $170 millones a la provincia, hasta el 2027.

Fue Toledo quien advirtió acerca de otras posibles dificultades, sobre todo teniendo en cuenta que la extensión horaria se aplicará con el ciclo lectivo ya en marcha. “Todo proyecto que vaya en beneficio de mayor calidad educativa viene bien, desde luego que sí, pero para eso se tienen que dar algunas condiciones. Quiero ser muy claro con esto y espero que se refleje de esa manera. Tienen que estar dadas las condiciones edilicias y de equipamientos de las escuelas, porque no nos olvidemos que hay algunos edificios escolares que están ocupados todo el día. Hace casi imposible en algunos casos que se pueda extender una hora más”, planteó.

Y si bien los padres apoyan la iniciativa, remarcaron que puede haber inconvenientes relacionados con la logística de entrada, traslado y salida de los chicos. En ese sentido, se preguntaron acerca de la conveniencia de implementar un cambio de esta dimensión de manera abrupta, a mitad de año.

Es incierto si todas las condiciones están dadas para que la hora extra de escolaridad primaria se aplique con éxito a partir de julio. Sería importante que el Consejo Federal de Educación –que acordó el plan de cambios que el Gobierno nacional propuso a las provincias- y demás referentes del sector sigan cerca esta propuesta, que busca atacar un costado sensible del sistema, ya que la educación no tiene resultados positivos. De esa manera, evalúen el uso del tiempo en la escuela, si se está aprovechando positivamente y si mejorará la profundización en los aprendizajes y las rutinas de trabajo.

Queda, además, por ver otros detalles, como si este programa de adaptación de cinco años se irá extendiendo al nivel secundario, cuándo sería, y qué pasará con los colegios privados y religiosos, que no forman parte de esta etapa.

Si bien los padres apoyan la iniciativa, dicen que puede haber inconvenientes con la entrada, el traslado y la salida de los chicos.