En la víspera de una de las operaciones financieras más exigentes y trascendentes de su gestión, el ministro de Economía, Martín Guzmán, reiteró ayer su defensa de la política de endeudamiento en pesos, aseguró que es “absolutamente sostenible” y desechó las versiones de un posible “reperfilamiento” de sus vencimientos.

Hoy, Ministerio de Economía verá si el mercado sigue manteniendo la confianza en la capacidad de pago del Gobierno de la deuda indexada por inflación. Y es que Guzmán tendrá que salir a buscar fondos para pagar vencimientos por $ 243.000 millones, una cifra que es sustancialmente menor a los $ 600.000 originales que pudo reducir gracias a un canje de deuda.

Según los analistas, la licitación de hoy será un verdadero test sobre la capacidad del Gobierno de afrontar los vencimientos. Apuntan que no es un monto imposible de renovar, pero el contexto no es bueno. Los bonos en pesos siguen bajo presión, y continúan los rescates en los Fondos Comunes de Inversión, que disparan más ventas de bonos en el mercado.

Ayer, el titular del Palacio de Hacienda remarcó la importancia de la reducción del déficit fiscal “en la Argentina de hoy” ante la necesidad de “ir ordenando el Estado”, razón por la que sostuvo que “no se puede comparar la capacidad financiera de la Argentina con la de Estados Unidos” para hacer frente a los desequilibrios. “Esto que alguien pueda venir y reperfilar la deuda en pesos no es creíble”, manifestó.

El ministro volvió a destacar “la necesidad de acumular más reservas internacionales”, y recordó que, históricamente, en la Argentina “cuando faltaron los dólares, hubo inflación”.

“Lo que termina definiendo la capacidad de crecer es la cantidad de divisas con las que se cuenta”, agregó el funcionario, además de destacar el reciente comunicado del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el que se señala que “la deuda pública en pesos es un pilar del programa de 30 meses”.

Guzmán remarcó que “no es casual que el Fondo diga eso”, y afirmó que esa señal de certeza “le importa tanto a la Argentina como a los acreedores internacionales”.