ALMAFUERTE. MAESTRO DE VIRTUD Y POESÍA

ALFONSO NASSIF (Fundación Argentina para la Poesía/Vinciguerra – Buenos Aires)

Rebelde. Irreverente. Comprometido. ¿Romántico o pos romántico? Yo no le pido ni esplendor ni gloria, yo no le imploro ni placer ni dicha, tan solo quiero la profunda noche, la noche de las tumbas y las ruinas, porque yo tengo desolada el alma y no puedo vivir sobre la vida... Se fue de la vida en 1917 y pese a que escuelas, ciudades, bibliotecas, calles, pueblos, clubes, llevan su nombre, hace tiempo ha tropezado con un equivocado olvido. Almafuerte, nacido como Pedro Bonifacio Palacios el 13 de mayo de 1854 en San Justo, partido de La Matanza, es rescatado por el poeta santiagueño Alfonso Nassif, a través de un ensayo que publica la Fundación Argentina para la Poesía, en su colección Los Maestros.

“El poeta era espejo de su tiempo y de sus infortunios. No era mucho lo que podía hacer en el campo social, un poeta de su época, pobre, sin trabajo seguro ni ayuda de los que podían o debían palear los problemas de manera concreta. Entonces era necesaria la poesía: la segunda conciencia de los pueblos. Debía fortificar en su interior la médula de Esparta y él, era un poeta guerrero con armas peligrosas”, reflexiona Nassif sobre ese maestro sin título que ejerció la docencia en los lugares más desfavorecidos. Siendo ya ex presidente, Sarmiento lo visitó en una escuela de Chacabuco en 1884. Al pronunciar el maestro un discurso en su homenaje, Sarmiento lo interrumpió para darle un abrazo; él también había enseñado desde los 15 años y tampoco tenía título.

Ni verdad ni mentira

Nassif afirma que el vate no sigue a ninguno de los escritores de la Generación de Mayo ni a sus sucesores. “Tenía otras preocupaciones, otro estilo y otro lenguaje. Se ha dicho con asiduidad que era romántico o pos romántico. Esto no arrima ninguna certeza. También podríamos pensar que en su tiempo los poetas salían del romanticismo en cuanto a ideas y entraban en el positivismo, y de ahí, seguramente, su actitud de rebeldía aun ante Dios”, señala el escritor santiagueño.

Nassif comenta con conocimiento profundo varios poemas de Almafuerte, encarnado por Narciso Ibáñez Menta en la memorable película de Luis Amadori; analiza, en particular, dos de sus poemas fundamentales: “La sombra de la patria” y Dios te salve” y agrega al final de su ensayo, una selección de los mejores poemas del vate de San Justo. “Almafuerte nos ha demostrado su búsqueda y su talento… no estaba ajeno a la realidad y por lo mismo sabía que la poesía no es verdad ni mentira, sino vida. La poesía contiene la realidad, porque es real su espíritu y el idioma también es la vida”, en este ensayo que rescata de las aguas de Leteo a este notable poeta argentino.

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