Poco más de un tercio de los pobres reside a menos de tres cuadras de zonas con basuras. Cada vez más familias se instalan en esos sitios. Los inundables

El dato de pobreza es el que más preocupación causó en el Gobierno debido a la profundidad del problema. Sólo en el área del Gran Tucumán-Tafí Viejo, el 46,2% de una población urbana estimada en 905.000 personas (unos 418.190 casos) no han podido reunir los ingresos necesarios para estar por encima de la línea de pobreza que, al cierre del primer semestre de este año, eran cercanos a los $ 58.600 para una familia tipo.

El diagnóstico difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) ha sido una aproximación general del cuadro de situación socioeconómica en medio de la pandemia de la Covid-19. Pero la situación es más profunda si se analizan las características del hábitat de aquellos que viven a una distancia de tres cuadras o menos de basurales.

El 14,2% de los hogares habita en una vivienda que se encuentra cerca de basurales; esto significa que el 15,8% de las 142.786 personas habita en esas viviendas y que representan poco más de un tercio de la población considerada pobre, de acuerdo con las estadísticas oficiales.

Durante la pandemia, ese panorama se ha profundizado. En la comparación interanual hay 19.540 tucumanos más que en 2020 que se han radicado en regiones vulnerables, cercano a los basurales, de acuerdo con los Indicadores de condiciones de vida de los hogares, elaborado por la Dirección de Estadística de la Provincia.

¿Por qué puede haberse dado este fenómeno? La inflación es una fábrica de pobres. Con un 50% interanual de variación de precios al consumidor, gran parte de la sociedad no ha podido seguir el ritmo de los aumentos porque sus salarios no tuvieron la misma velocidad de aumento que la inflación, más aún en sectores más vulnerables. Los mismos datos del Indec dan cuenta de eso a nivel nacional. A los hogares más vulnerables les falta al menos un 40% de ingresos para alcanzar el valor mínimo de la Canasta Básica Total (CBT), es decir, los fondos suficientes para poder alimentarse y, a la vez, costearse los gastos más imprescindibles de la vida diaria. El ingreso total familiar promedio de los hogares pobres fue de $ 37.803, mientras la CBT promedio del mismo grupo de hogares alcanzó $ 62.989.

En cuanto a los grupos de edad según condición de pobreza, se destaca que más de la mitad (54,3%) de las personas de 0 a 14 años son pobres. El porcentaje total de pobres para los grupos de 15 a 29 años y de 30 a 64 años es de 48,5% y 36,3%, respectivamente. En la población de 65 años y más, el 13,8% se ubicó bajo la Línea de Pobreza.

Otro parámetro de la vulnerabilidad en el hábitat es el de aquellas viviendas localizadas en zonas inundables. En el caso del Gran Tucumán-Tafí Viejo, el 10,5% de los hogares -compuestos por el 11,9% de las personas del principal aglomerado provincialhabita en esas zonas. Las cifras oficiales muestran que de las 54.500 personas que residían en sitios inundables en la primera mitad de 2020 ahora se ha incrementado a 107.799 casos (desde otra perspectiva, de 12.642 hogares a 27.290 en el último año).

Cobertura médica

Otro dato inquietante que reflejan los Indicadores de Condiciones de Vida en la zona urbana tucumana es la referida a la cobertura médica. En este sentido, se distinguen aquellas personas que solo están cubiertas por el sistema público de salud de aquellas que, además, poseen cobertura por obras sociales, empresas de medicina prepaga, mutuales y/o servicios de emergencia.

Si se considera el conjunto de la población, el 65,66% de las personas cuenta con obra social, prepaga, mutual y/o servicio de emergencia, mientras que el 34,34% solo posee cobertura médica a través del sistema público, lo que equivale a 310.414 personas. Lo preocupante de esto se observa al comparar con igual período de 2020, que registra una caída de cinco puntos porcentuales en la cobertura médica privada, que automáticamente pasó a cubrirse con el sistema público de salud.