La Gaceta

Las apps mutan PARA SALVAGUARDAR a los menores

EN LAS ÚLTIMAS SEMANAS LAS REDES SOCIALES HAN MEJORADO SU SEGURIDAD Y HAN TOMADO MEDIDAS PARA PROTEGER A LOS CHICOS. ES UN INICIO, PERO LOS PADRES TODAVÍA OCUPAN UN LUGAR PRIMORDIAL EN LA PROTECCIÓN DE SUS HIJOS

NICOLÁS SÁNCHEZ PICÓN

Los límites que alguna vez existieron en internet se han difuminado. Aquel respeto que había por las normas en línea poco a poco fue desapareciendo y hoy la web es un espacio en el que todo vale. No existen reglas. O más bien, existen, pero no se respetan.

Los peligros que acechan al mundo digital son cada vez más y afectan a las poblaciones más vulnerables: niños y adolescentes. Por esto, las plataformas actúan para configurar un espacio más sano para este rango etario. En las últimas semanas, las mas grandes apps han modificado sus configuraciones para estos fines: Tiktok ya no envía más notificaciones a niños después de “la hora de dormir”; Instagram desactivó la publicidad para menores de 18 años y, cuando ellos creen una cuenta, se configurará como privada de manera predeterminada; Google permite que los menores puedan borrar sus fotos del buscador; y Youtube desactivó la reproducción automática de videos en su buscador.

“Al principio, cuando los menores entraban, las empresas decían ‘bueno, si entran es responsabilidad de los padres’, pero de a poco se empezaron a dar cuenta los estados, las organizaciones y quienes cuidan los derechos de niñez de que no, que es muy grave que estén en las redes sin acompañamiento de las empresas. Ahí se empieza a generar presión para que las empresas tecnológicas adopten acciones. de este tipo. Al principio había fascinación por las redes sociales, después pasaron a ser las que transmiten fakes news, las que vuelven adictos a los chicos, las responsables de la violencia... Ahora es como que las empresas empiezan a tomar cartas en el asunto y dicen bueno, debemos comenzar a hacernos parte de esto”, resume Marcela Czarny, presidenta de la Asociación Chicos.Net.

Eso no es todo...

“Se están desarrollando programas muy incipientes, pero todavía tienen que trabajar mucho más”, advierte. De hecho, estas medidas fortalecen la seguridad online para menores, pero no son la solución. “Hay que enseñar como le enseñas a quien le das la llave de un auto. Le enseñás a usar la técnica, cómo usar el dispositivo y los valores con los cuales manejás. Cuando vos manejás, no sólo aprendés a estacionar, a frenar, a qué velocidad ir, sino que tenés que entender que un vehículo te puede facilitar un montón de cosas, pero se puede volver peligroso para vos o para un tercero -explica Czarny-; hay que hacer lo que se llama ‘educación de medios, llevar los valores que uno tiene en la vida en general a las redes”.

“A pesar de las reglas y leyes que existen, lo importante es enseñar el uso de internet, que los chicos conozcan todas las oportunidades que brinda la web y cómo funciona, que los padres generen un vínculo saludable de comunicación abierta con niños y niñas que van a utilizarla -explica José Farhat, secretario de Participación Ciudadana-; por otro lado, los chicos deben conocer cuáles son las condiciones de vulnerabilidad que podemos pasar, por información que hemos hecho pública”

Que no se envíen notificaciones o publicidad a menores o que haya mayores regulaciones no impide que los niños o adolescentes creen un usuario con datos falsos. Por eso los padres siguen siendo los mayores educadores y protectores.

No hablar de control

Uno de los grandes errores al querer participar de la vida digital de los niños y adolescentes tiene que ver con la falsa idea de control que se debe ejercer sobre estos. “La palabra ‘control’ no existe. Los chicos de 11 o 12 años, que son los que más problemas tienen, ya se independizan (digitalmente hablando) de los padres. El tema es qué herramientas darles para que se puedan manejar autónomamente, como en el mundo real: cuando al chico dejás viajar solo, le das un montón de pautas. Bueno, estos mismos valores son para lo online; no hay otro mundo virtual, es el mismo mundo”, agrega Czarny. La especialista explica que ejercer control total sobre los niños es imposible. “La fantasía de controlar de los padres es eso, fantasía -asegura-; la mejor herramienta para cuidarlos es darles herramientas para que puedan ser usuarios responsables, críticos y autónomos”.

“Y también es importante evitar la prohibición de los entornos digitales hoy a un niño o niña. Tienen compañeros y amigos en diferentes ámbitos, lo que hay que construir es un andamiaje, que puedan observar y prever situaciones en las que puedan estar expuestos. Es imprescindible que aprendan hábitos del buen uso del internet, que se pueda conversar de esta situación y todo lo que van afrontando diariamente”, añade Farhat.

Límites saludables

“Me suena un poco extraño esto. ¿Cómo puede ser que Youtube o TikTok tengan que cumplir el rol que les corresponde a los padres? -se pregunta Cecilia López, psicóloga especialista en niños-; el mal uso del internet tiene que ver con la ausencia de los padres. Desde pequeñitos, vos te sentás en un bar y vas a ver cómo el papá o la mamá le da entrega un celular al niño para que se calle, no moleste o deje conversar”.

López explica que los límites, en este contexto, significan trazar una línea sobre qué es sano para el niño y qué no. “No es un ‘sí, podés’ o ‘no, no podés’”, asegura. “Hay que retomar el lugar de padres para poder acompañar a nuestros hijos en límites que saludables. No está mal el uso de las plataformas, el niño ha nacido en la tecnología, no lo puedo privar, pero sí tengo que respetar algunos items. Primero, la edad cronológica. No puedo darle a un niño de dos años un celular para entretenerlo -explica-; a uno de seis puedo darle con supervisión, a los siete ya puedo supervisarlo un poco pero dejarlo, por ejemplo, 20 minutos. A esa edad, si ya entienden el juego reglado, pueden entender el tiempo”.

Prevenir

El mal uso del internet y las malas experiencias que los niños pasen en la virtualidad pueden traer graves consecuencias en la vida diaria a futuro, como trastornos de ansiedad o ataques de pánico, por ejemplo. “Es más importante prevenir que esperar las consecuencias, y la mejor forma de prevención es la familia, es recuperar los valores, la presencia amorosa, la disponibilidad de los padres, que no tiene que ver con el tiempo sino con el amor, con el ‘te veo’, ‘aquí estoy’, el mirar a un hijo y jugar con el, ver qué le pasa, qué necesita, hacer una terapia sana, abrazarlo en un berrinche, en una angustia... Esas son las mejores prevenciones”, aconseja López.

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2021-09-22T07:00:00.0000000Z

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