La Gaceta

Ataques cardíacos en el deporte

Un tema vital que en Tucumán presenta varios claroscuros

CARLOS WERNER

Están los que trabajan con seriedad y rigor, y los que no le prestan la atención necesaria. En Tucumán, la prevención en el deporte sobre episodios cardíacos tiene las dos caras. Los especialistas advierten sobre la situación, y brindan ideas.

El caso Eriksen en Europa reavivó una realidad inherente al deporte en su conjunto: nadie está exento de sufrir un episodio cardíaco. Aunque hay quienes atienden el tema con rigor y seriedad (por caso, San Martín dio un curso de capacitación ayer a todo el plantel), los claroscuros se imponen. Los especialistas instan a prestarle atención a la problemática, actuando y exponiendo las realidades en distintas disciplinas.

Aunque pasen los días, para ciertas situaciones no hay temporalidad. Ni olvido. La imagen del sábado 12 de junio del danés Christian Eriksen desplomado en el césped del Parken Stadion de Copenhague en un partido de la Eurocopa es una de ellas. Una dentro de la larga lista de casos en los que un ataque cardíaco estuvo a la vista del mundo, en vivo y en directo. A 11.700 kilómetros del lugar donde los profesionales de la salud pudieron traer de la muerte al futbolista, vale preguntarse si en Tucumán se podría actuar igual si se presentara una situación similar. Y, casi tan importante como ello, si tenemos las herramientas, la capacidad y la conciencia sobre que algo así puede suceder en cualquier momento y lugar. Hay respuestas positivas, pero también de las otras.

“En el fútbol, salvo Atlético y San Martín, que tienen esos elementos que son cruciales para estos casos, como son los desfibriladores o cardiodesfibriladores, en la mayoría de los clubes de la Liga ni siquiera tienen un médico permanente”, dice Emiliano Álvarez, preparador físico de Unión del Norte. Y con su frase enciende las alarmas. Las que no sólo atañen al más popular de los deportes.

Hay disciplinas como el rugby y el hockey que, en general, trabajan para evitar situaciones así con seriedad y rigor. En los motores sólo se puede correr de manera oficial si hay un apto médico exigido por la Comisión Deportiva Automovilística nacional para otorgar la licencia. En el básquet, hay clubes que juegan en torneos nacionales que cumplen con las normas necesarias. La lista de deportes y realidades puede seguir, con cursos y capacitaciones, incluso inversiones, pero lo que también asoma son peligrosas lagunas, sobre todo cuando las actividades se tornan en amateurs. Ni hablar de cuando se compite en veteranos o en infantiles.

Gustavo Armando, médico del club de básquet Belgrano, es claro e inquietante con su apreciación. “¿Qué pasará si sucede algo similar a lo de Eriksen en Tucumán? La respuesta es simple: va a depender de la suerte. Ojalá que se encuentre entre los asistentes alguien que sepa reanimación cardiopulmonar, hasta la llegada de una ambulancia y personal calificado”.

Aunque reiterativo, siempre es valioso decir que cualquier persona puede aprender qué hacer. No lleva mucho tiempo, no es necesario ser médico ni tener una ocupación relacionada con la salud. Hay una Ley Nacional, la 26.835 de promoción y capacitación en las técnicas de RCP. Otra ley, la 27.159, también regula que se debe contar con cardiodesfibriladores portátiles en lugares públicos o privados de acceso público. Pero apenas se levanta la alfombra del deporte tucumano, asoma el polvo de la desidia, la inoperancia, la falta de interés. Las preguntas son directas: ¿se aplican las normas? ¿Quién se encarga de controlar que se cumplan? Al menos, en el campo deportivo, a nadie le consta que esto se dé en todos lados.

Ricardo Amaya, DT de Deportivo Aguilares y chofer del 107, sostiene que hay un lugar hasta donde se puede llegar con los masajes y las ventilaciones. “Y hay una parte en la que ya se necesita asistencia mecánica”, advierte. Gustavo Arze, kinesiólogo de Natación y Gimnasia, considera que todos los profesionales de la salud, y los que conforman los cuerpos técnico, además de jugadores y la comunidad en general, “debemos estar formados en atención de primeros auxilios y fundamentalmente RCP”.

Jorge Rondon, cardiólogo que efectúa estudios a rugbistas y jugadores de hockey, admite que, en esas disciplinas, los clubes están bien estructurados y exigen a los deportistas los estudios y controles necesarios. “Se trata de buscar una causa de origen genética que se repite en la línea sanguínea, pero no siempre. Muchas veces es congénita. Entonces , con un buen interrogatorio y adecuado examen físico se puede avanzar bastante. A ello le sumamos la realización de algunas prácticas cardiovasculares, con algo básico como lo es un electro. Si se puede complementar con un ecocardiograma Doppler color y luego una ergometría de esfuerzo, eso ya sería lo más completo que aquí podríamos hacer a gran escala”, afirma.

Queda claro que es importante formarse sobre primeros auxilios y RCP. Como también es fundamental realizar los chequeos médicos correspondientes, promoviendo así la salud ante todo, contribuyendo al buen rendimiento y preservando la integridad física.

“A pesar que por la pandemia empezamos a pedir otros marca

dores y estudios de laboratorios para afinar la puntería, situaciones como la planteada por Eriksen demuestran que sigue habiendo muerte súbita en el deporte”, explicó Marcelo Montoya, jefe del cuerpo médico de Atlético. Sus palabras son parte de la preocupación de los especialistas porque eventos como el sucedido sirvan para que la gente tome verdadera conciencia, bajo la advertencia de que siempre hay que hacerse los estudios correspondientes. Y es que un episodio cardíaco le puede ocurrir a cualquiera y debemos estar preparados. Aunque en Tucumán haya quienes no le den al tema la importancia que requiere. Esto es, cuando menos, inexplicable.

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